Patricia Aguilar desapareció en 2017 en Alicante. Según detalla El País, la joven fue captada desde los 16 años por el líder de una secta, el peruano Félix Steven Manrique, a través de las redes sociales. Al cumplir la mayoría de edad, los familiares de Patricia dejaron de verla.
Ayer, un operativo de la Policía Nacional llevado a cabo en la Municipalidad distrital de Pangoa —a más de 450 kilómetros de Lima— encontró a Patricia en un poblado de la región selvática. Su padre, Alberto Aguilar, tenía más de un mes en Perú y estaba ayudando a impulsar la búsqueda.
Noelia Bru, prima de Aguilar, declaró en una entrevista radial: "Estaba sola en una casa en medio de la selva a su merced. Está flaquita y vivía en condiciones infrahumanas, pero está bien". Además, Patricia se había convertido en madre, cuidaba a una bebé de un mes de nacida.
Según explican las autoridades, Félix Steven Manrique es el líder de una secta llama Gnosis para la cual se autodenominó “Príncipe Gurdjeff”. Prometía a chicas jóvenes una vida nueva si tenían relaciones sexuales con él. Cuando lo capturaron, convivía con cuatro mujeres y varios niños, una de ellas golpeada y otras tres embarazadas.